miércoles, 23 de octubre de 2013

Un ensayo sobre la liberación - Herbert Marcuse


La creciente oposición al dominio mundial del capitalismo empresarial tiene que luchar con la sostenida vigencia de este dominio: su poderío económico y militar en los cuatro continentes, su imperio neocolonial y, lo que es más importante, su inconmovible capacidad para someter a la mayor parte de la población subyacente a su vigor y productividad abrumadoras. Este poderío mundial mantiene a la defensiva al mundo socialista, a un elevadísimo costo, no sólo en términos de gastos militares, sino también en lo que se refiere a la perpetuación de una burocracia represiva(...) Hasta ahora, uno de los principales lineamientos de la teoría crítica de la sociedad (yen especial de la teoría Marxiana) ha sido el de abstenerse de lo que razonablemente puede llamarse especulación utópica. Se supone que la teoría social debe examinar las sociedades existentes a la luz de sus propias funciones y aptitudes, e identificar las tendencias demostrables (si las hay) que puedan llevar a la superación de la situación dada. Por inferencia lógica a partir de las condiciones e instituciones prevalecientes, la teoría crítica puede también ser capaz de determinar los cambios institucionales básicos que sean los previos requisitos para el paso a un mayor grado de desarrollo: "mayor" en el sentido de un uso más racional y equitativo de los recursos, de una reducción al mínimo de los conflictos destructivos, y un ensanchamiento de! campo de la libertad: Pero la teoría crítica no se aventuraba más allá de estos límites por temor a perder su carácter científico.


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