Mientras que a partir de Grecia la tradición occidental ha privilegiado
la manera de abordar el mundo (de frente), la tradición china, por el
contrario, ha preferido hacerlo de manera oblicua, mediante un (rodeo).
Este libro demuestra, tanto en el conjunto como en el detalle, que se
trata de una diferencia en la que se pone en juego el modo como el
espíritu se relaciona con la realidad. ¿Por qué no se ha constituído en
China ese otro plano de las (esencias), de lo (espiritual) que ha
servido para estructurar en la tradición griega nuestro horizonte de
sentido?
No hay comentarios:
Publicar un comentario