Nos hallamos ante un texto pionero de la teoría queer. Mediante una
insólita relectura de “El Anti-Edipo” del Gilles Deleuze y Félix
Guattari, Hocquenghem arremete contra los estereotipados modelos de
deseo sexual occidental que se derivan de la obra «canónica» de Lacan y
Freud, los santos apostólicos del culto psicoanalítico. El autor también
trata la relación entre el capitalismo y la sexualidad, el laberinto de
la estéril de la indefectible «culpa» de no ajustarse a la
heteronormatividad, la plusvalía moral que genera la privatización del
ano y, en definitiva, la dinámica de las máquinas deseantes y las
represalias políticas sobre las identidades fronterizas con la soberanía
heterosexual.
“Terror anal” de Beatriz Preciado constituye un diálogo radical con el relato de Hocquenghem. Supone revisitar, tras más de treinta años de lucha, las posiciones primigenias de los visionarios y reivindicar su furia, si cabe con más rabia. El ano, ese oscuro objeto del deseo, ese denostado vórtice secreto que anida en todos nosotros, amenaza constantemente con engullir los cimientos de la sociedad, regurgitarlos y conducir a la ciudadanía a una ruina moral absoluta de la que nadie podrá escapar.
“Terror anal” de Beatriz Preciado constituye un diálogo radical con el relato de Hocquenghem. Supone revisitar, tras más de treinta años de lucha, las posiciones primigenias de los visionarios y reivindicar su furia, si cabe con más rabia. El ano, ese oscuro objeto del deseo, ese denostado vórtice secreto que anida en todos nosotros, amenaza constantemente con engullir los cimientos de la sociedad, regurgitarlos y conducir a la ciudadanía a una ruina moral absoluta de la que nadie podrá escapar.
En 1972, un casi
desconocido Guy Hocquenghem publicaba El deseo homosexual, uno de los
textos claves de la teoría 'queer' y en el que muchos ven el equivalente
a El segundo sexo de Simone de Beeauvoir. Como Beauvoir, Hocquenghem
sentó las bases teóricas y filosóficas para el moviemiento gay con un
breve libro en el que arremetía contra el sistema imperante.
Cuando Hocquenghem publicó su primera obra, los gays aún eran
perseguidos policial y judicialmente por el simple hecho de serlo, y a
la manera del Yo acuso de Zola, el autor no dudó en señalar con el dedo a
Lacan y Freud, a quienes consideraba responsables del modelo social
imperante.
De una forma totalmente radical y atrevida para el momento, Hocquenghem
invitaba a los gays a vivir su homosexualidad de forma abierta, sin
tapujos, y sin esconderse, si bien advierte que puede derivar en una
trampa: "el deseo homosexual ha sido encerrado en un juego de la
vergüenza que no es menos perverso transformar en juego del orgullo. De
hecho, un siempre siente un poco de vergüenza por sentirse orgulloso de
ser homosexual", escribe.
Se trata de un texto que décadas más tarde de su publicación sigue
teniendo vigencia, un texto básico en el que la provocación va
acompañada de autocrítica.
Hocquenghem, que murió en 1988, fue además el primer hombre que se
declaró homosexual públicamente en Francia, y su obra se considera la
base de todo el movimiento 'queer'.
Esta edición de Melusina incluye además Terror anal, de Beatriz
Preciado, donde la filósofa revisa la obra de Hocquenghem y la analiza
desde diversos puntos de vista. Utilizando el lenguaje como arma de
provocación y esperando una reacción del lector, Preciado habla de la
obra de Hocquenghem como de un arma para luchar por los derechos de
gays, lesbianas, bisexuales y transexuales.
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/471322/0/deseo/homosexual/hocquenghem/#xtor=AD-15&xts=467263
En 1972, un casi
desconocido Guy Hocquenghem publicaba El deseo homosexual, uno de los
textos claves de la teoría 'queer' y en el que muchos ven el equivalente
a El segundo sexo de Simone de Beeauvoir. Como Beauvoir, Hocquenghem
sentó las bases teóricas y filosóficas para el moviemiento gay con un
breve libro en el que arremetía contra el sistema imperante.
Cuando Hocquenghem publicó su primera obra, los gays aún eran
perseguidos policial y judicialmente por el simple hecho de serlo, y a
la manera del Yo acuso de Zola, el autor no dudó en señalar con el dedo a
Lacan y Freud, a quienes consideraba responsables del modelo social
imperante.
De una forma totalmente radical y atrevida para el momento, Hocquenghem
invitaba a los gays a vivir su homosexualidad de forma abierta, sin
tapujos, y sin esconderse, si bien advierte que puede derivar en una
trampa: "el deseo homosexual ha sido encerrado en un juego de la
vergüenza que no es menos perverso transformar en juego del orgullo. De
hecho, un siempre siente un poco de vergüenza por sentirse orgulloso de
ser homosexual", escribe.
Se trata de un texto que décadas más tarde de su publicación sigue
teniendo vigencia, un texto básico en el que la provocación va
acompañada de autocrítica.
Hocquenghem, que murió en 1988, fue además el primer hombre que se
declaró homosexual públicamente en Francia, y su obra se considera la
base de todo el movimiento 'queer'.
Esta edición de Melusina incluye además Terror anal, de Beatriz
Preciado, donde la filósofa revisa la obra de Hocquenghem y la analiza
desde diversos puntos de vista. Utilizando el lenguaje como arma de
provocación y esperando una reacción del lector, Preciado habla de la
obra de Hocquenghem como de un arma para luchar por los derechos de
gays, lesbianas, bisexuales y transexuales.Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/471322/0/deseo/homosexual/hocquenghem/#xtor=AD-15&xts=467263
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