"Barrett nos enseñó a
escribir a los escritores paraguayos de hoy; nos introdujo
vertiginosamente en la luz rasante y al mismo tiempo nebulosa, casi
fantasmagórica, de la realidad que delira de sus mitos y contramitos
históricos, sociales y culturales".
Augusto Roa Bastos
"Ya que tratamos temas literarios te pregunto si no conoces un gran escritor, Rafael Barrett, espíritu libre y audaz. Con lágrimas en los ojos y de rodillas te ruego que cuando tengas un nacional o dos que gastar, vayas derecho a lo de Mendesky o a cualquier librería y le pidas al dependiente que te salga al encuentro un ejemplar de Mirando la vida de este autor [...] Es un libro genial".
Jorge Luis Borges
"Este libro salda una deuda, no con Barrett sino con nosotros mismos [...] Devolvámonos la obra de Rafael Barrett, para disfrute e instrucción de una humanidad más alta en otro mundo posible. Porque este pequeño acto de justicia quizás prepare y anuncie otros más grandes".
Santiago Alba Rico
Augusto Roa Bastos
"Ya que tratamos temas literarios te pregunto si no conoces un gran escritor, Rafael Barrett, espíritu libre y audaz. Con lágrimas en los ojos y de rodillas te ruego que cuando tengas un nacional o dos que gastar, vayas derecho a lo de Mendesky o a cualquier librería y le pidas al dependiente que te salga al encuentro un ejemplar de Mirando la vida de este autor [...] Es un libro genial".
Jorge Luis Borges
"Este libro salda una deuda, no con Barrett sino con nosotros mismos [...] Devolvámonos la obra de Rafael Barrett, para disfrute e instrucción de una humanidad más alta en otro mundo posible. Porque este pequeño acto de justicia quizás prepare y anuncie otros más grandes".
Santiago Alba Rico
A partir de ahora el combate será libre es una recopilación de
los mejores artículos de Rafael Barrett seleccionados por Santiago Alba
Rico. Escritos al calor de la batalla, los textos que forman esta
antología constituyen una de las cimas de la ensayística en español.
Pocos autores de nuestro tiempo resultan tan actuales como Barrett. Sus
escritos aúnan la crítica social, el sentido del humor y la compasión
con una brillantez desbordante que lo sitúa en la estela de autores de
la talla de Swift o Chesterton. Pero, más allá de su indiscutible
calidad, los ensayos de Barrett tienen una dramática vigencia que es
también la de las injusticias que se esforzó en denunciar.
Rafael Barrett nació en Torrelavega en 1876 en el seno de una
adinerada familia hispano-inglesa. Con veinte años se trasladó a
estudiar ingeniería a Madrid, donde trabó amistad con Valle-Inclán,
Ramiro de Maeztu y otros miembros de la generación del 98. En Madrid
vivió como un señorito calavera, duelista y pendenciero hasta que en
1903, con su honra y su peculio seriamente mermados, viajó primero a
Argentina -donde comenzó a escribir para distintos periódicos- y luego a
Paraguay, el país en el que formó una familia y donde, según sus
propias palabras, se volvió "bueno". En efecto, el impacto de las
miserables condiciones de vida en gran parte de Sudamérica hizo mella en
sus escritos, cada vez más volcados hacia el periodismo de denuncia. Su
viraje hacia una posición inequívocamente anarquista no sólo le acarreó
problemas con las clases pudientes y con el gobierno de Paraguay (donde
fue encarcelado en varias ocasiones), también los intelectuales
paraguayos le dieron la espalda. Aquejado de tuberculosis, viajó a
Francia en 1910 para intentar un nuevo tratamiento y allí murió a los 33
años, alejado de su familia y de la que él consideró su única patria.
Durante su vida sólo vio publicado un libro, Moralidades actuales, que
cosechó un gran éxito en Uruguay, cuya intelectualidad siempre conectó
con Barrett.
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