Firmada por Breton, diecisiete artistas y escritores y un número
indeterminado de “camaradas extranjeros actualmente en París”, la
“Declaración preliminar” corresponde a un tipo de primer manifiesto
surrealista-anarquista. Se trata de un documento raro que apareció en un
hebdomadario de difusión limitada y que nunca fue reproducido (excepto,
hasta donde yo sé, en una edición fuera del circuito comercial, de
tirada limitada) en otro lugar. Es tan importante para la historia del
surrealismo como para la del anarquismo, para la historia de las
doctrinas políticas así como para la historia de las vanguardias en
general. Comienza criticando la trinidad “Estado-Trabajo-Religión”.
Propone con urgencia “una revisión de las doctrinas” con el objeto de “hacer surgir una teoría susceptible de dar un impulso nuevo y poderoso a la Revolución Social”. Desea una liberación del hombre también en el plano ético. Condena a todos los regímenes políticos en vigor; sistemas capitalistas, democracias burguesas, colonialismos, totalitarismos (nazi o stalinista). Pregona “la acción autónoma de los trabajadores”. La actividad para la que se proponen los surrealistas, “en el terreno sensible” que les es propio, es la de “transformar las estructuras mentales”. Se verá más tarde que dos alusiones del manifiesto contienen ya en esencia los elementos de la ruptura posterior. Antes de llegar allí, entretanto, la colaboración fue fructífera. Todas las semanas (con pocas excepciones) Le Libertaire publicó una “Proclama surrealista” sobre varios asuntos, pero, por lo general, de naturaleza artística. Fuera de esta rúbrica regular, los surrealistas escribieron en Le Libertaire crónicas de otra naturaleza: reseñas de libros, críticas de cine y hasta artículos políticos. Es el caso, en particular, de Benjamin Péret, quien desarrollará interesantes tesis sobre el sindicalismo así como sobre el nacionalismo que fueron, posteriormente, reunidas en volumen (...)
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